Mucho se habla hoy en día sobre la dieta paleo o paleodieta. Esta forma de alimentación nace a partir de la idea de que estamos preparados para comer de este modo e incluso seguir el estilo de vida que plantea.
Dejando de lado todos los dogmas sobre cómo deberíamos vivir, lo que vamos a analizar a continuación son los beneficios y las desventajas de seguir el modelo de alimentación que sus seguidores proponen en cuanto a nuestro rendimiento, forma física y salud.
Millones de años atrás, muchísimo antes de la revolución agrícola, nuestros antepasados dependían de la caza y la recolección para sobrevivir. Por ello no es de extrañar que su forma de alimentarse fuese muy distinta a la actual; no consumían lácteos, cereales, legumbres, aceites vegetales, sal, alcohol…
Por el contrario, lo que sí comían eran frutos secos, tubérculos, marisco, carne, pescado, huevos, fruta y verdura. No existe una dieta paleo como tal, sino que el día a día de sus seguidores se basa en la ingesta de distintas cantidades de estos alimentos.
A día de hoy, lo que la ciencia ha observado es que la cantidad de colesterol y triglicéridos disminuyó en las personas que seguían esta dieta. Esto se traduce en una reducción del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares como infartos de miocardio o aterosclerosis.
Además, alimentos como el trigo que se excluyen en la dieta paleo presentan gluten y una gran cantidad de antinutrientes, que afectan a la forma en la que procesamos muchos hidratos de carbono, a nuestro sistema inmunitario, a las bacterias que existen en nuestro tracto gastrointestinal y nos ayudan a digerir alimentos, pueden causar daños en la mucosa intestinal…
El hecho de que estamos adaptados genéticamente a este tipo de alimentación es solo una falsa creencia; siguen desarrollándose nuevos alimentos, y si nos sientan bien y podemos sacar provecho de su consumo, lo haremos.
En cuanto a deportistas, la dieta paleo no es muy popular en aquellos que buscan aumentar su masa muscular, porque los alimentos permitidos no suelen contener una gran cantidad de hidratos de carbono, y para ensanchar nuestros músculos necesitamos cantidades considerables de estos.
La razón de que muchos corredores no sigan la dieta paleo es la misma; su rendimiento disminuye, y esto les lleva a buscar otros métodos que les permitan entrenar mejor.
En mi opinión, consumir o no alimentos como el trigo, la avena o las legumbres no supone un asunto a debatir, ya que el verdadero problema en realidad es el sedentarismo actual y el consumo descontrolado de alimentos excesivamente procesados, con grandes cantidades de grasas trans y azúcar refinado.
India, por ejemplo, es el mayor consumidor del mundo de legumbres, y su tasa de obesidad se sitúa únicamente en alrededor de un 2%. No deberíamos considerar únicamente el consumo de tres grupos de alimentos, sino el conjunto en general.
Si a pesar de todo sigues teniendo dudas, puedes echarle un vistazo a este vídeo o hacernos una visita.
Un saludo,
Guille Andreu Robles.