¿Deberías dejar de preocuparte por las calorías?

En muchas ocasiones nos dedicamos a contar la cantidad de calorías que ingerimos a lo largo del día, y esto nos lleva a descartar ciertos alimentos si consideramos que su valor calórico es excesivamente alto para la cantidad de alimento que vamos a comer.

Aunque es cierto que una cantidad de calorías mayor de la que necesitas puede hacer que aumentes de peso, hay algo más allá de las calorías de los alimentos; los macronutrientes y los micronutrientes, y existe una larga lista de motivos por los que quizá deberías centrarte más en estos que en las propias calorías.

¿Son iguales todas las calorías?

Una caloría es una unidad de energía, y si la consideramos como tal, sí, todas las calorías son iguales. El desconcierto viene cuando consideramos la procedencia de esas calorías, ya que lo que nuestro procesa como tal no son las calorías, sino los macronutrientes, y no va a hacer lo mismo con un hidrato de carbono, que generalmente será utilizado para proporcionarnos energía, que con una proteína, que generalmente se destinará a la formación de estructuras como las fibras que forman nuestros músculos.

Un ejemplo de que existen diferencias en cuanto a la procedencia de las calorías y su uso es un estudio que se realizó en personas que sobrevivieron a un ataque al corazón.

A estos supervivientes se les dividió en dos grupos; uno que no consumió pescado y otro que sí lo hizo. Tras un tiempo se observó que la tasa de mortalidad de aquellos que no comían pescado fue mucho mayor que la tasa de quienes sí que lo hicieron, a pesar de que las calorías ingeridas en ambos grupos fueron muy similares.

Lo que quiero transmitir con todo esto es que las calorías son importantes, por supuesto, pero quizá todavía lo sea más considerarlas en función de los macronutrientes y micronutrientes que presentan los alimentos.

Veamos el caso de alimentos reales:

En la mitad izquierda de la imagen podemos observar la información nutricional de un paquete de galletas María, y en la mitad derecha observamos el valor nutricional de las nueces. En concreto, las nueces tienen 278Kcal más por cada 100g de producto, ¿es esta una razón suficiente como para elegir las galletas en lugar de las nueces? Rotundamente no.

Hay que considerar los macronutrientes…

A la hora de elegir las galletas deberemos considerar que la saciedad que van a aportarnos estas es mucho menor, ya que su contenido en grasas, proteínas y fibra es mucho más pequeño que el de las nueces. La presencia de estos tres nutrientes ralentizará la digestión y hará que nuestro cuerpo nos envíe una señal de llenado durante más tiempo que las galletas.

Además las grasas que forman las nueces son en su mayoría poliinsaturadas, y esto es muy importante debido a que nuestro cuerpo es incapaz de sintetizar este tipo de grasas y tienen funciones muy importantes como prevenir el riesgo de infarto, y algunos de estos ácidos grasos en concreto pertenecen a la serie omega 3.

Otro punto importante con respecto a la saciedad es el contenido de azúcares de las galletas María, que harán mucho más rápida la digestión y elevarán nuestros niveles de azúcar en sangre de forma muy rápida. Lo que ocurrirá cuando nuestro azúcar en sangre suba tanto es que segregaremos insulina, una hormona que hará que ese azúcar entre en las células.

Si la cantidad de azúcar que entra es excesivo, necesariamente terminaremos convirtiéndola en grasa. Además, la bajada repentina de estos niveles de azúcar especialmente altos nos provocará una gran sensación de hambre, lo cual nos llevará a un círculo vicioso en el que necesitaremos comer para mantener nuestros niveles de azúcar más altos de lo normal.

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…y también los micronutrientes

Finalmente encontramos los micronutrientes. Estos son las vitaminas y los minerales, y para aparecer en los envases de los alimentos deben encontrarse en cantidades significativas (más del 15% de la Cantidad Diaria Recomendada o CDR). No hay duda de que a la industria le interesa que sus productos cuenten con cantidades significativas de micronutrientes. Vamos a observar qué ocurre en ambos casos.

A primera vista podemos ver que las galletas carecen de micronutrientes, y en su lugar poseen 0’73g de sal, y aunque es cierto que necesitamos tener un consumo mínimo de sal, generalmente nuestra ingesta suele ser superior a la recomendada a causa del alto consumo de alimentos de origen cárnico como las hamburguesas que sufren procesos como la adición de sal. Esto nos da una idea de que quizá el hecho de que contengan sal no sea especialmente lo más adecuado.

Por su parte, las nueces no tienen ni la décima parte de un gramo de sal. Esto puede resultar beneficioso porque un consumo crónico excesivamente alto de sal puede llevar a que suframos problemas en nuestro sistema cardiovascular.

Lo que sí tienen 100g de nueces es un contenido de casi el 50% del magnesio que necesitamos a lo largo de un día, poco más del 40% de fósforo y un 21% de hierro.

Conclusión

Con todo esto no quiero decir que las calorías no son importantes, porque lo cierto es que sí lo son, pero en ocasiones quizá deberíamos dejar de obsesionarnos por su consumo y en lugar de ello deberíamos enfocar nuestra atención en alimentos nutritivos, que puedan proporcionarnos todo aquello que necesitemos a lo largo del día para evitar problemas y alcanzar una salud óptima.

Tampoco quiero demonizar a las galletas con todo esto. Lo que pretendo en realidad es reafirmarme en que no hay alimentos nocivos, sino cantidades excesivas.

En cualquier caso, si continúas teniendo dudas sobre este tema, no dudes en hacernos una visita en Equilibrium.

Un saludo,

Guille Andreu Robles.