Aunque aún no hayas oído hablar de los biotipos, seguramente hayas escuchado hablar de los metabolismos y cómo dependiendo de si lo tienes «rápido» te cuesta más engordar; y, por lo contrario, si lo tienes «lento» te cuesta más adelgazar. Pues por ahí van los tiros…
Los biotipos (o somatotipos) están directamente correlacionados con tu metabolismo. De forma simple, se podría decir que un biotipo es la forma que tiendes a adoptar desde que naces en función de tu genética.
Por lo general, son 3 los biotipos en los que podemos clasificar nuestros cuerpos: ectomorfo, mesomorfo y endomorfo. Lo más habitual es que te encuentres entre un tipo de morfología y otro, y aunque ya te hayas encasillado en uno de los tres, lo cierto es que no puedes saber con certeza cómo es tu forma corporal de origen mientras no tengas una buena regulación hormonal y una alimentación saludable durante un tiempo prolongado.
¿Quieres comprobar tu biotipo? Una forma fácil para hacerte una idea: rodea tu muñeca izquierda con el pulgar y dedo medio de la mano derecha. Si ambos dedos no se tocan o solo se rozan, tienes las articulaciones anchas, un factor más que te indica tu tendencia hacia la morfología endomórfica; y, por lo contrario, si ambos dedos tocan con facilidad te indicará que tu cuerpo tiende más hacia una forma ectomórfica.
Aunque con cada tipo de constitución podemos hacer grandes cosas por modelarla, dicha morfología marcará unos límites. Por ejemplo, Haft hór Júlíus Björnsson, que es el actor que encarnó La Montaña en Juego de Tronos (de los hombres más fuertes del mundo), aunque quisiera, nunca podría parecerse a Bruce Lee, ya que ambos tienen un tipo de morfología muy diferente. Además, Haft hór consume más de 12.000 kcal cada día y pesa 180 kg mientras que Bruce pesaba 58 kg y comía unas 10 veces menos.
Como el tipo endomorfo suele ser el que más preocupa a la gente, ya que es el que tiende con más facilidad a acumular grasa, será el que trataremos con detenimiento. Este tipo de morfología se distingue también por tener las extremidades más cortas y formas en general más redondas, además de tener las articulaciones más anchas.
Las características fisiológicas del biotipo endomorfo son las siguientes:
• Metabolismo más lento. A una misma cantidad de calorías, tienden a acumular más grasa y menos músculo.
• Menor gasto calórico en el día a día. El sistema nervioso predominante es el parasimpático, ligado, entre otras funciones al descanso y la digestión.
• Menor tolerancia al carbohidrato. Tienen una mayor resistencia a la insulina, procesan peor el almidón de los alimentos y tienen una flora intestinal poco propicia para la digestión. Si quieres informarte más sobre las dietas cetogénicas (bajas en carbohidratos) aquí te dejo otro de nuestros artículos, Las dietas cetogénicas, ¿buenas o malas?.
• Mayor número de células de tejido graso.
• Menor número de fibras musculares.
Ten en cuenta que los genes predisponen, pero no predestinan. Si tu morfología está cerca de este biotipo, seguramente no te llamen para que hagas de modelo en una pasarela convencional, pero eso no quiere decir que no tengas la capacidad de mejora radicalmente.
Es realmente interesante conocer cuál es tu biotipo predominante, ya que este hecho te permitirá personalizar tu alimentación y tu entrenamiento. Recuerda que es muy difícil encontrar personas que correspondan únicamente a uno en concreto, y lo más seguro es que seas una combinación de dos.
Como es normal, cada biotipo tiene unos requisitos diferentes de macronutrientes. Aunque para calcularlos habría que tener en cuenta el nivel de actividad física diario y el historial dietético, entre otros aspectos, a grandes rasgos podríamos resumirlos de la siguiente manera:
Biotipo | Carbohidratos | Proteínas | Grasas saludables |
---|---|---|---|
Ectomorfo | 60% | 30% | 10% |
Mesomorfo | 40% | 30% | 30% |
Endomorfo | 25% | 35% | 40% |
Además del biotipo, conocer el lugar donde tiende a almacenarse tu grasa también será determinante para establecer el peligro que existe para tu salud.
• Ginecoide (o forma de pera): la grasa se acumula generalmente en la parte baja del cuerpo como la cadera, los muslos y las piernas. Suele ocurrir más en mujeres y tiene una relación bastante directa con la genética, haciendo que sea más difícil de modificar. Además puede ocasionar:
• Insuficiencia venosa
• Litiasis biliar (cálculos en la vesícula o sus conductos)
• Osteoartrosis
• Androide (o forma de manzana): la grasa se acumula en la zona central de cuerpo, especialmente la barriga y la cara. Afecta en mayor medida a los hombres y se relaciona más con el estilo de vida que con la genética, por lo que se puede modificar con más facilidad. Puede ocasionar:
• Enfermedades cardiovasculares
• Colesterol
• Diabetes
Llegados a este punto, no debes caer en la resignación y pensar que ya naciste con sobrepeso y tu destino es morir así. Si sientes identificación con estas palabras, siento decirte que estás mirando por un agujero y solo ves lo que tienes delante, perdiéndote todo lo que te rodea.
Deja que te dé un consejo: destierra definitivamente el “yo soy así” como justificante para no cambiar. En gran parte eres lo que decides ser, así que no tengas miedo de los cambios lentos, son el único camino. Si hay algo a lo que debes temer es al hecho de permanecer inmóvil.
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Un abrazo!