Cada vez son más las personas que su suman a adquirir un estilo de vida saludable, cuidando su alimentación y tratando de incrementar su actividad física. Sin embargo, muchos acaban abandonando el ejercicio ya que los resultados de su rutina no cumplen con las expectativas.
Esto en parte se debe al desconocimiento a la hora de practicar ejercicio u optar por una dieta sana. Pensémoslo de esta manera, cuando nos sentimos mal, es decir, cuando estamos enfermos, la actuación adecuada es acudir a un profesional sanitario para que nos ayude a mejorar nuestro estado. Lo mismo ocurre cuando queremos adquirir un estilo de vida saludable. Igual automedicarse jamás sería una buena idea, cuando no tenemos conocimientos sobre la actividad física y la alimentación, conviene ponernos en manos de un profesional, de un entrenador personal en Torrent. Os contamos por qué:
Un entrenador personal siempre partirá de la base de realizarte una valoración inicial con tal de conocer no solo las condiciones físicas de las que partes sino también cuál es tu motivación real y tus expectativas de la práctica de ejercicio.
A partir de ahí, podrá abordar tus objetivos de una manera distinta, totalmente personalizada con tal de poder conseguir en un corto período de tiempo mejorar tu estado físico. Es importante que el entrenador personal te analice correctamente con tal de marcar unos objetivos realistas para el alumno que tenga la capacidad de cumplir y que se conviertan en una motivación para la búsqueda de los siguientes objetivos a perseguir. De lo contrario, el alumno se sentirá frustrado y desanimado.
Realizar cierto tipo de ejercicios sin conocimiento previo sobre la ejecución correcta, puede implicar que caigamos en prácticas lesivas.
Esto ocurre de forma frecuente en los ejercicios de fuerza que implican peso, sobre todo, porque este tipo de ejercicios físicos necesitan, sobre todo, de una progresión y una correcta ejecución de la técnica, que normalmente implica a grupos musculares de distintas zonas que deben estar en perfecta coordinación.
Un profesional del deporte, y en concreto un entrenador personal, tendrán las herramientas y los conocimientos necesarios para permitir que tu ejercicio, tu técnica y tus resultados mejoren gradualmente, sin incurrir en prácticas lesivas que, además, solo implicarán la necesidad de abandono temporal del ejercicio, volviendo a estar entonces en el punto inicial.
Es importante diferenciar entre un entrenador personal y un monitor. Un entrenador personal será quien se ocupe de que tu implicación en el ejercicio sea siempre la máxima. Parte del trabajo de un entrenador personal es motivar al alumno, no solo guiarlo en la correcta práctica del ejercicio, ni establecer únicamente unos objetivos.
Tu entrenador personal se convierta en un compañero más de entrenamiento, que genere un vínculo de confianza para que las prácticas se realicen en un ámbito agradable que ayuden al alumno a sentirse motivado y querer continuar con el ejercicio.
Debemos recordar que, si en ocasiones anteriores hemos abandonado el deporte, la culpa no es del deporte en sí o de que a ti “no se te de bien” llevarlo a cabo, sino de que no has contado en ese momento previo con las herramientas humanas y técnicas que necesitabas entonces para que la práctica se desarrollase adecuadamente. Si otros han podido hacerlo, tú también podrás hacerlo y hay una gran satisfacción al final del camino.
Cuando entrenamos, no siempre tenemos las mismas necesidades. Es decir, la idea es que avancemos en el proceso y que por lo tanto, nuestro cuerpo cada vez necesite un tipo de práctica adaptada a nuestra situación actual.
Un entrenador personal podrá conocer cuál es ese momento óptimo como para replantearnos nuestros objetivos, reconducir el programa planteado y cambiar la dificultad del mismo, ya que en ese momento será asumible y nos ayudará, de nuevo, a alcanzar nuestros objetivos de manera eficaz.
Hay un punto que debemos de tener muy claro. Si no disfrutamos lo que estamos haciendo, seguramente es que no lo estamos haciendo bien.
Esto mismo ocurre con el ejercicio. La primera causa de abandono del mismo es esta razón, la insatisfacción personal. Es imposible perpetuar eternamente algo que, anímicamente, rechazamos. Es muy importante por lo tanto, enamorarse de lo que hacemos, ponerlo pasión y que la persona que nos transmita eso también se la ponga. No se limite únicamente a enseñarnos qué hacer y cómo hacerlo. Solo así podremos realmente cambiar un hábito, cuando nos enamoramos de la forma en la que lo hacemos.