Una práctica muy común tras realizar deporte es la reposición del balance hídrico, lo que se conoce de forma más global como «rehidratarse«.
Por lo general, el agua es la bebida más usada en esta práctica, aunque personalmente he de decir que no sé por qué.
Cuando haces deporte, tu cuerpo utiliza grasas, hidratos de carbono y proteínas para generar energía mecánica (es decir, para moverte). Parte de esta energía se libera en forma de calor, y por ello tu cuerpo aumenta su temperatura, pero si aumenta más de lo que debería comienzas a sudar, y el sudor no es más que un mecanismo de refrigeración que utiliza tu cuerpo.
Este sudor está compuesto en gran parte por agua, sí, pero también por otros componentes, de entre los cuales los que más nos interesan en este caso son las sales minerales. Es lógico concluir que si solo repones el agua, habrás sufrido en definitiva una pérdida de minerales. De ahí mi opinión al principio del artículo.
Un estudio reunió a 72 voluntarios para comprobar el índice de hidratación de ciertas bebidas como el café, la cerveza, el agua, el zumo de naranja, la leche entera, la leche desnatada y una solución oral rehidratante rica en sodio y potasio (1).
Los resultados fueron los siguientes:
Lo que se observa en este estudio es que la leche desnatada es la bebida con mayor índice de hidratación (lógicamente, tras una solución oral diseñada de forma específica para la rehidratación). Esto se debe a que cuando buscamos hidratarnos, lo único que debería preocuparnos no es solo la cantidad de agua que entra en nuestro cuerpo, sino también cuánta es retenida, y por lo visto, la leche desnatada fue capaz de retener una cantidad de fluido significativamente mayor que el agua pasadas dos horas tras el consumo de las bebidas.
Para nada deberíamos subestimar el agua como bebida hidratante, pero lo que la evidencia científica nos indica es que bebidas como la leche (tanto entera como desnatada) pueden ser opciones mejores a la hora de rehidratarnos tras estar con un entrenador personal para perder peso.
En este asunto son de gran importancia además dos minerales en concreto; el potasio y el sodio. Si sufres algún déficit o patología relativa a estos micronutrientes deberías tener en cuenta que tu rehidratación puede verse comprometida.
Por último, tampoco te dejes engañar por el marketing relativo a las cervezas rehidratantes porque, como vemos, su efectividad es menor que la del agua y porque además pueden suponerte una fuente de calorías vacías, por no mencionar las reacciones adversas que implica el consumo de alcohol.
Un saludo,
Guille Andreu Robles
Fuentes: